Mala experiencia
Me enamoré, no lo pude evitar.
Fue ver sus ojos verdes, su pequeña
nariz llena de pecas, esa piel casi traslúcida y ya estaba perdido. Aunque lo
que me remató definitivamente, fue su pelo revuelto y rizado color zanahoria, capaz de transportarme a
esas noches de historias alrededor del fuego
de mi infancia. Después, su pose y despecho
en el trato con mis congéneres, me llevaron a perder completamente la cabeza. Y
aquí me encuentro, lamiéndome las heridas tras el batacazo. Si algo he
aprendido por las malas, es que yo no quiero ni me río de las mujeres así.
Relato presentado la 1ª semana de septiembre en https://cincopalabras.com/
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