Mi Alma De Letras

Alejarse de todo no implica tener que irse lejos simplemente encontrar aquello que nos da refugio sea un lugar sea una persona sean unas letras que brotan al sentirse de nuevo libres

Ya no recorremos esas calles de antes las que juntos paseábamos de la mano las que juntos vivíamos como si no pasara el tiempo pero... ah! el tiempo pasa y ya no están esas calles ya no está nuestro amor ya ni siquiera estamos

Las vistas de tu paisaje se suceden aceleradas verde, ocre, más verde en la lejanía unas montañas se acercan a nuestro encuentro y traen a sus amigas nubes con ellas vienen a contarte su historia algunas descargarán tristezas otras buscan solo nuevos oídos a los que cautivar otras, otras llevan tantos sentimientos que hacen tormentas

Atrapo entre mis dedos destellos de sueños para, al caer la noche, tenerlos bajo mi almohada de repuesto por si tú no apareces por si me quedo en blanco

Desde la calma en la que me encuentro escucho el sonido de tu risa todo se apaga a mi alrededor solo a ella quiero escuchar mi alma encuentra su consuelo decido callar

Y así decimos adiós hasta otra hasta la próxima quizás mejor quizás un más pero sin parar pensando en cargar las pilas pensando en nuevos horizontes

Pasear por tus calles sentir tu brisa vivir tu gente saltar por las sombras oír pájaros perdidos reconocerte hasta que tu luna salga y pueda aullarte

Desde muy pequeño sentía que había nacido para ayudar a los demás. Con el paso de los años, su convicción fue creciendo. Un día se armó de valor, había nacido para eso, no lo podía retrasar más. No pidió comprensión a su familia, el tiempo terminaría poniendo todo en su lugar. Con la humildad que pudo asumir, selló su compromiso con la humanidad. Sus intenciones eran buenas, su exceso de personalidad le traicionó. Nadie tomó en serio su misión de proteger el mundo y, finalmente, fue el rechazo del mundo el que acabó con sus esperanzas y con él. Relato presentado la 2ª semana de septiembre en https://cincopalabras.com/

Y rompiste así casi sin pretenderlo un pedacito de mí ese donde guardaba cientos de recuerdos ahora sin sentido ahora carentes de valor ahora ya huecos de tí

Saltas, ríes, gritas, corres, bailas despierta y risueña juegas con la tarde traviesa te escondes para salir después corriendo sonrisas que inspiran atardeceres sonrisas que son musas sonrisas que atrapo para mí

Corazón helado impenetrable frío hasta en los huesos hace tiempo que dejó de sentir

Alma errante que traspasas el tiempo vuelas libre entre el viento y te meces con él llegas hasta el fin del mundo y vuelves siempre vuelves

Me enamoré, no lo pude evitar. Fue ver sus ojos verdes, su pequeña nariz llena de pecas, esa piel casi traslúcida y ya estaba perdido. Aunque lo que me remató definitivamente, fue su pelo revuelto y rizado color zanahoria , capaz de transportarme a esas noches de historias alrededor del fuego de mi infancia. Después, su pose y despecho en el trato con mis congéneres, me llevaron a perder completamente la cabeza. Y aquí me encuentro, lamiéndome las heridas tras el batacazo. Si algo he aprendido por las malas, es que yo no quiero ni me río de las mujeres así. Relato presentado la 1ª semana de septiembre en https://cincopalabras.com/  

Luces que se difuminan con el tiempo sueños que se atrapan y se quedan en tu pecho y en las puntas de los dedos

Sin conocerte te busco quizás algún día te encuentre quizás nuestras miradas se crucen y entonces lo sabremos todo se habrá terminado quizás sea en otra vida quizás tengamos que esperar muchos quizás

Microcuento.es

Seguir adelante pese a todo seguir aunque no se tengan fuerzas para hacerlo seguir y mantener alejado el recuerdo de lo que fue seguir sintiendo que es lo correcto seguir dejando a un lado eso que se tiene clavado muy dentro y duele

El ratoncito lloró desconsolado, ¿quién le recogería su diente al caer la noche? (Publicado en Microrrelatos Diario Sur - Málaga 2016)

Dicen que la vida es un carnaval. Yo prefiero imaginármela como un carrusel , dando vueltas sin parar. Dicen que todo depende del cristal con que se mire. Yo por eso llevo siempre gafas de colores. Dicen que hay que agarrarse a un clavo ardiendo. Yo soy más de una vela , quema menos y es más fácil de apagar. Dicen que una mariposa bate sus alas y pueden ocurrir catástrofes. Yo me quedo con las que provocan el aleteo de tus pestañas. Dicen que no hay dos sin tres. Y o espero que no sea cierto, por el bien de mi coche . (Relato publicado la 5ª semana de agosto en https://www.cincopalabras.com/ )

Quietud del lago descansa una pluma ama la noche