Fin de curso
Hace nada te preparaba tu madre
la mochila con tu nombre, una botella de agua y la merienda. Apenas un par de
horas después, volvías con una sonrisa y la experiencia de tu primer día de
colegio.
Ahora, ahora nos enseñas el baile
de fin de curso con todos tus compañeros. Lo único que no ha cambiado es esa sonrisa
tan tuya.
Todo un curso ha pasado y, la
verdad, como un suspiro. Un curso donde has disfrutado aprendiendo, jugando,
compartiendo, riendo, con alguna que otra lágrima, el despertador sonando, unos
cuantos “no me quiero levantar”, colocaos a toda prisa, “ponte eso y salimos ya”,
regañinas, bailes, música, inglés, una escayola, algún que otro raspón en tus
rodillas, y un sinfín de cosas maravillosas que te han sucedido. Y todo eso en
este tu primer curso. Qué maravilloso el poder haberlas disfrutado contigo, a
tu lado, de tu mano.
Pequeña, aunque vas creciendo y
muy deprisa, para nosotros siempre serás nuestra pequeña. Lo mejor que ha
llegado a nuestras vidas y que haces que cada pequeño instante contigo sea tan
grande como tu. Instantes que atesoro en mis letras y en mi corazón.
Sigue así, que ese es el camino. Un
camino que te lleva a disfrutar a partir de ahora de tus primeras vacaciones de
verano. Solo me queda decirte que las disfrutes a tope.
Ah, y recuerda que siempre serás
mi pequeña estrella.
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