Tú pasa el pronto y yo el paño
Ella, como muchos otros guerreros
que no llevan capa, sale cada día a plantarle cara al enemigo. Lo hacía antes y
lo sigue haciendo ahora, eso no ha cambiado. Lo que sí ha cambiado es todo lo
demás, empezando por la preparación que requiere antes de salir de casa. Cierra
sus ojos y toma aire, buscando las fuerzas necesarias para afrontar una nueva
batalla. El camino al trabajo también es el de siempre, pero nada es igual. Las
calles están ahora vacías de vida, de alegría y el paisaje está como detenido
en el tiempo. Ni el sol quiere asomarse a esta nueva realidad. Saborea los últimos
metros antes de entrar en su trabajo, ese lugar de trabajo que le reporta
tantas cosas buenas pero que, desde que comenzó todo esto, le da también miedo.
Miedo por la inseguridad de lo que se va a encontrar, miedo por si al salir
estará contagiada y no podrá seguir ayudando, miedo por ver a alguno de sus
familiares o amigos entre aquellas paredes, miedo a esa soledad tan palpable y
angustiosa que crea este enemigo, miedo a… Un miedo que vence con determinación
en el momento en el que comienza su jornada. Mira su atuendo, plástico, látex,
mascarilla,… y sus herramientas, todo parece de juguete. Son las mismas que
antes de, pero ahora con un poco más de lejía desinfectante y jabón. Sonríe,
una imagen de su infancia le cruza la mente. Ella con sus hermanos jugando a
las pompas de jabón en la puerta de su casa. Allí nada importaba, todo eran
risas y juegos. Ahora todo es como una pesadilla de la que no puede despertar.
Respira profundamente, empañando la máscara de protección que le preparó un
compañero. Pasea por los pasillos de las consultas que tanto trabajo le daban y
siente nostalgia de esos días, curioso, antes se quejaba del ajetreo diario.
Llega por fin a la temida zona de guerra, a su particular campo de batalla y,
manteniendo la respiración y el impulso de salir corriendo, estruja su fregona,
apretando los dientes y aguantando el dolor de sus manos. Manos que no dejan de
borrar las huellas de esta maldita enfermedad que tanto daño está haciendo a
todos.
Participación en el Concurso de zendalibros Historias de nuestros héroes
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